«Comienza un nuevo curso en Bidasoa»: parece una frase sin mayor trascendencia. Pero en tiempos de coronavirus, frente a tanta incertidumbre, poder continuar con la formación de los futuros sacerdotes en condiciones relativamente normales no es cualquier cosa. El martes 25 de agosto, por la noche, comenzamos en Bidasoa la convivencia de inicio de curso. A lo largo del día fueron llegando los seminaristas desde distintos puntos de España, donde se encontraban haciendo pastoral. «¡Qué alegría verte!», «¡Qué bien se te ve!» (eufemismo para hacer referencia a unos kilos de más…), o «¡Bienvenido, hermano!», eran las frases que se escuchaban por los pasillos. Al día siguiente comenzaron las charlas formativas, […]