La Cuaresma es un tiempo fuerte del año litúrgico en el cual se nos invita a la penitencia; el cambio de color, de verde a morado, nos lo hace ver, así como la ausencia de algunos cantos (gloria y aleluya), sin embargo, en medio de toda esta austeridad propuesta por la Iglesia, se levanta la figura de San José, cuya solemnidad permanece siempre dentro de la Cuaresma, y es el único día en que se vuelve a oír el gloria, día en que, incluso se omite toda penitencia, día, al fin y al cabo, de alegría; pero, ¿Cuál es el sentido de esta celebración? Después de todo, ¿Acaso no parece […]