El día de hoy hemos participado en la Santa Misa de ordenación episcopal de S.E. Mons. Florencio Roselló, arzobispo de la Archidiócesis de Pamplona y Tudela. Los obispos constantes han sido tres, siendo S.E.R. Card. Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, el celebrante principal. La Santa Misa ha contado con la participación de numerosos cardenales, obispos, abades y sacerdotes; además de la presencia de centenares de fieles y miembros de la vida consagrada, quienes han llenado la catedral Santa María la Real de Pamplona para recibir al nuevo arzobispo.

El cardenal Omella en su homilía recordó al nuevo arzobispo la necesidad de realizar un «pastoreo del amor», y así poder apacentar las ovejas de Cristo; además de pedirle recordar siempre la realidad pastoral de la que ha sido sacado, lo cual le servirá para poder ser un pastor con «olor a ovejas», como pide el papa Francisco.

Recordando la conversación de un obispo francés con un pastor de ovejas en Francia, mencionó las cinco cualidades que debe tener un buen pastor de ovejas: «tener una visión global del rebaño (…). Aplicado a la diócesis esto nos hace estar siempre con los ojos abiertos y buscar siempre a la oveja perdida, como hace Jesús. Para tener esa visión amplia es necesario escuchar y observar, como recuerda san Benito en su Regla».

La segunda cualidad es «cuidar las ovejas, ayudarlas a resolver sus dificultades, tomar la decisión de ayudar, porque no basta con quererlas, es preciso actuar, como hizo el buen samaritano». La tercera cualidad es «cultivar la paciencia, porque como dice san Pedro: la paciencia de Dios es vuestra salvación».
La cuarta cualidad es «identificarse mutuamente. A través de tu entrega generosa llegarás a hacerte navarrico con los navarricos; y te harás también, con el tiempo, pamplonica con los pamplonicas. ¡Todo para todos! como dice san Pablo». Y, la última cualidad es «entregar la vida por las ovejas (…). Tu dar la vida por las ovejas pasa por dejarte habitar por el Espíritu Santo, ya que es él quien edifica la comunión y guía la misión».

Al finalizar la Eucaristía, el nuevo arzobispo dirigió unas palabras al pueblo de Dios congregado en la Santa Iglesia Catedral. A ellos les mostró sus disposición de ser un pastor cercano.
Desde el Seminario Internacional Bidasoa damos la bienvenida a nuestro nuevo arzobispo. Pedimos a Dios que bendiga su naciente ministerio episcopal y que Nuestra Madre Santísima, bajo las advocación de la Merced, lo cubra con su manto.
