El pasado jueves D. Mikel Garciandía, rector del Santuario de San Miguel de Aralar, presidió el rezo de Vísperas. D. Mikel visitó nuestro seminario en compañía de la imagen de San Miguel, que porta un Lignum Crucis, y que durante estos días visitará diversos lugares de Pamplona, además de recorrer cerca de 300 pueblos.
El Ángel de Aralar lleva más de 800 años visitando Pamplona y los pueblos de la geografía navarra. En esta ocasión, con gran alegría, le hemos recibido en nuestro seminario y, como es tradición, ha bendecido el campo y toda la casa. También hemos tenido un momento de adoración al Lignum Crucis que solemnemente porta esta centenaria imagen del Príncipe de la Milicia celestial.
Durante la prédica de vísperas D. Mikel ha hecho la analogía que, así como esta imagen lleva como un valioso trofeo el Lignum Crucis, así nosotros, que “somos administradores de la Gracia de Dios, debemos portar con alegría nuestro único trofeo: Cristo Jesús”.
Reflexionó sobre el hecho que la reliquia del Ángel “ha suscitado la práctica de una auténtica vida cristiana en muchas personas a lo largo de los siglos”; de esta manera nosotros “también estamos llamados a vivir una auténtica vida cristiana, hasta que podamos llegar a decir: quién como Dios, nadie como Dios”.
Después de las vísperas D. Mikel compartió con nosotros un momento de tertulia, acá nos expresó la alegría que siente al ver como la reliquia del Ángel sigue suscitando el cariño del pueblo. Particularmente destacó su visita a la Clínica Universidad de Navarra, donde pudo presenciar como la vista de la efigie era motivo de esperanza, regocijo y alegría para los enfermos que la recibieron.