El pasado 16 de noviembre presidió las vísperas del jueves sacerdotal D. Francisco Varo, catedrático de Sagrada Escritura: Antiguo Testamento en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra.
D. Francisco enfatizó que «san Pablo recomienda a los Colosenses “permanecer cimentados, estables y firmes en la fe e inamovibles en la esperanza”. Confesar la fe de la Iglesia es lo esencial. Pudiera parecer que la esperanza es la más pequeña de las virtudes teologales, y aunque es muy importante intentar vivir de la fe hay que considerar que se nos puede nublar el juicio, con lo cual, muchas veces en nuestra vida lo que hará que tiremos para delante es la esperanza».
Para D. Francisco «estos años de seminario son un tiempo para alimentar la esperanza, abrir nuestro corazón a la vida. Estamos en el momento decisivo de poner las bases para la felicidad. Estamos en momento de descubrir y comenzar a gustar del amor, y el amor es algo fascinante. A cada uno el Señor nos ha diseñado el camino del amor. Estos son años de discernimiento del camino al amor al que Dios nos ha llamado».
D. Francisco recordó que «estamos en años de formar nuestra personalidad. Somos capaces de los más grandes ideales y de las más grandes vilezas. Son años de “amueblar” la cabeza, reflexionando, dialogando de todo lo que estamos aprendiendo. A cada uno nos toca tomar las riendas de nuestra formación».
Al finalizar la jornada D. Francisco compartió con nosotros un momento de tertulia en el que compartió detalles interesantes sobre Tierra Santa, donde vivió por muchos años realizando trabajos de investigación bíblica, de cara a situar mejor el conflicto que se desarrolla entre Israel y Palestina.
