«Es una oportunidad para rejuvenecer mi sacerdocio»

D. Javier Ruza (Madrid, 1956) nunca imaginó que sería rector de un seminario. Por eso, cuando le comunicaron que sería el nuevo rector de Bidasoa, recibió la noticia con sorpresa.

Tras las primeras semanas de curso, D. Javier —ordenado sacerdote en 1987, en el Santuario mariano de Torreciudad— asegura que ha sido recibido «con muchísimo cariño» y espera de los seminaristas que «quieran mucho a Dios y a la Virgen, y que se quieran mucho entre sí».

¿Qué pensó cuando recibió la noticia de que sería el nuevo rector de Bidasoa?

Primero, que nunca había sido rector. Por lo tanto, iba a ser una tarea nueva, de la que no tenía ninguna experiencia personal. Sí que había tenido trato personal con rectores de seminarios, de entidades donde he trabajado pastoralmente, pero esto era nuevo.

También lo recibí con sorpresa. Uno piensa que está disponible y que va a tener otros trabajos en algún momento, pero rector de un seminario no me lo había imaginado. Por lo tanto, sorpresa, novedad, dispuesto a lo que Dios quisiera, a vivirlo, y Dios me ayudará.

También pensé: «Esta es una oportunidad que Dios me da para rejuvenecer mi sacerdocio… Voy a colaborar como instrumento para ayudar a futuros sacerdotes; pues también es una oportunidad para rejuvenecer mi sacerdocio, aprender cosas nuevas, servir y ayudar a la Iglesia.

El mayor reto: ser un buen sacerdote. Es un reto para toda la vida y que ahora tengo que vivirlo en esta etapa

¿A qué se dedicaba antes?

Vivía en Valladolid y allí ayudaba al Vicario de la Prelatura [del Opus Dei] en el trabajo y la atención de los sacerdotes de la Prelatura y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, y también en la formación doctrinal y espiritual de los hombres y de las mujeres del Opus Dei en esa demarcación y de los que están vinculados a las obras apostólicas que el Opus Dei tiene en esa misma demarcación. Allí he estado diecinueve años viviendo y trabajando en estas tareas.

Don Javier con don Mikel Garciandía, rector del santuario de San Miguel de Aralar

¿Cuál ha sido su impresión en estos primeros días que lleva en Bidasoa?

Dos impresiones. La primera, cuando llegué el 24 de junio, que estaban aquí alrededor de catorce o quince, porque estaba todo el mundo de trabajos pastorales, y por eso estaban tan pocos. Estuve 48, 60 horas, y fue una buena impresión…  

La segunda impresión es la que he tenido la última semana de agosto, cuando ya estábamos todos. Percibí mucha alegría, mucho cariño entre los seminaristas, la ilusión de volverse a ver después de un verano, la alegría de contarse las cosas y también la expectación ante el nuevo curso, las clases en la facultad… Tengo que decir que he sido recibido con muchísimo cariño, con muchísimo afecto, con muchísimo interés desde el primer momento.

Si estamos pegados a Dios y nos queremos entre nosotros, tenemos mucho camino abierto para ser fieles

¿Cuál considera que es su mayor reto en esta nueva etapa de su ministerio?

El mayor reto: ser un buen sacerdote. Es un reto para toda la vida y que ahora tengo que vivirlo en esta etapa. Sigue siendo el reto desde que me ordené. Como rector, doy gracias a mis predecesores: don Juan [Alonso], don Miguel Ángel Marco, don Juan Luis Bastero, don Carlos Moreda y don Tomás Belda, que ya está en el cielo. Dar gracias porque han hecho un trabajo espléndido, del cual me beneficio. Otro reto que tenemos es la nueva Ratio [fundamentalis], desde diciembre de 2016: seguir viviéndola, incorporándola, y así contribuir a la formación de todos los seminaristas que han enviado los obispos, para que todos deseen ser unos sacerdotes santos.

¿Qué espera usted de los seminaristas de Bidasoa?

De los seminaristas de Bidasoa espero que quieran mucho a Dios y a la Virgen, y que se quieran mucho entre sí; que tengan en cuenta lo que nos decía el Papa en la carta que nos ha escrito recientemente: esa variedad de países, de razas, de edades, experiencias… Que no dejen de enriquecerse, conociéndose y queriéndose mucho, porque si estamos pegados a Dios y nos queremos entre nosotros, tenemos mucho camino abierto para ser fieles.

D. Javier Ruza: un perfil

Nombre completoFrancisco Javier Ruza González
Ciudad de nacimientoMadrid
Año de ordenación sacerdotal1987
Ciudad favoritaPamplona
Libro favoritoIsabel I, Reina
Película favoritaCasablanca
Santo de devociónSan Josemaría Escrivá
Cita bíblica«Haced lo que Él os diga»
AficionesSenderismo y montaña
Advocación mariana preferidaNuestra Señora del Pilar
Comparte esta nota: