Formación sacerdotal

El seminario es una comunidad formativa de candidatos al sacerdocio, cuya finalidad es “el acompañamiento vocacional de los futuros sacerdotes, y por tanto el discernimiento de la vocación, la ayuda para corresponder a ella y la preparación para recibir el sacramento del orden con las gracias y responsabilidades propias” (Pastores dabo vobis, 61).

El plan de formación del Seminario Internacional Bidasoa se inspira en los documentos del Concilio Vaticano II (especialmente Optatam totius y Presbyterorum ordinis), la Exhortación Apostólica Pastores dabo vobis y la Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis de la Congregación para el Clero (8/12/2016). 

Formación humana

El sacerdote es un hombre “escogido entre los hombres, constituido en favor de los hombres en lo que se refiere a Dios” (Hb 5, 1). La personalidad humana del sacerdote es el cimiento sobre el que Dios, con su gracia, construye la imagen del Buen Pastor. Sobre su real consistencia humana se asientan los demás aspectos de la formación en el seminario.

La vida del Seminario se caracteriza por un ambiente de confianza y libertad, un clima fraterno y familiar, que facilita la apertura clara y sincera del corazón, presupuesto imprescindible para una formación que quiera ser algo más que una simple formalidad.

Formación espiritual

Lo primordial en la formación es el encuentro con Cristo, que moviliza y enciende la vida, la cercanía del amor de Dios y su misericordia entrañable. La labor de formación se orienta a que el seminarista aspire a ser alter Christus en todos los aspectos de su vida, ya que participará por la ordenación “del mismo y único sacerdocio y ministerio de Cristo” (Presbyterorum Ordinis, 7).

Se ayuda a los seminaristas a crecer en una sólida piedad, en caridad y en fraternidad; a saber renunciar a su propia inclinación para dedicarse enteramente al bien de las almas; a abrazar libre y gozosamente el don del celibato sacerdotal; a amar la Cruz de Cristo. Para ello, se alienta y se orienta a los seminaristas hacia la oración personal, en la que el Señor toca el corazón y lo transforma.

Formación intelectual

La labor científica y docente que se lleva a cabo en la Universidad de Navarra procura despertar el amor a la verdad, contribuir al desarrollo de la personalidad humana en todas sus dimensiones y fomentar la fraternidad y la solidaridad especialmente en los seminaristas, que encuentran en Bidasoa un ambiente de estudio serio que les prepara para el futuro desarrollo del ministerio sacerdotal en el mundo de hoy.

Formación pastoral

 La formación pastoral que reciben los seminaristas en el Seminario Internacional Bidasoa se orienta a desarrollar en cada uno el alma sacerdotal, un corazón de padre y pastor, empapado por los mismos sentimientos de Cristo. Los seminaristas la tienen como en germen, y es tarea del Director espiritual y de los Formadores colaborar con la gracia divina para que florezca en virtudes sacerdotales, según el ejemplo del Buen Pastor: la caridad pastoral, ante todo; y –con ella– la comprensión, la generosidad, la abnegación y el espíritu de sacrificio. Especialmente, la misericordia, y la humildad, que permiten al sacerdote en su labor pastoral “compadecerse de los ignorantes y extraviados, sabiendo que también él está rodeado de flaqueza” (Hb 5, 2).