En el jueves sacerdotal del 19 de enero contamos con la visita de D. Giuseppe Caruso, OSA, presidente del Instituto Patrístico Agustiniano de Roma.
En la predicación señaló la importancia de esforzarnos en amar a todos, teniendo presente que amar no es fácil, porque implica que en los demás no sólo reconozcamos sus talentos y riquezas, sino también las diferencias, que se convertirán en riquezas si las sabemos comprender y aceptar. Por ello, insistió en que un sacerdote debe contar con estas dos riquezas para consolad al pueblo de Dios.

Luego compartió con los seminaristas y formadores un momento de tertulia, en la que subrayó la importancia de la comunidad en la que juega un papel fundamental la comunicación, porque es algo que tiene que estar presente en el presbiterio de una diócesis. Remarcando la importancia de la comunidad, sostuvo que ésta es un sostén en los momentos difíciles, y que por ello es clave reunir al presbiterio para convivencias y ejercicios espirituales.

Por último, señalando su amor por los Padres de la Iglesia, nos motivó a saber aprovechar en el proceso de la formación el estudio sobre ellos, ya que de ellos –sostiene– nos ha llegado la formulación de la fe. Y haciendo especial acentuación en san Agustín, nos transmitió que la vida del obispo de Hipona nos puede ayudar como mediación en la búsqueda de felicidad que presentan los jóvenes de hoy.