La sabiduría que recibimos después hay que volcarla a la vida pastoral

 El martes pasado tuvimos la visita de Mons. Roberto Madrigal Gallegos, obispo de la diócesis de Tuxpan en el estado de Veracruz, México. Es el primer obispo originario de la diócesis de Tabasco, de la cuál varios seminaristas se forman en Bidasoa y en la Universidad de Navarra.

En su homilía, haciendo referencia al libro del Eclesiastés, recordó que “todas las cosas tienen su tiempo” y para nosotros este es el tiempo de estudiar para después poner en práctica todo lo que estamos estudiando. Enfatizó que los seminaristas que hemos tenido la oportunidad de formarnos en Europa, debemos aprovechar los medios que se nos brindan para tener una formación óptima y después regresar a servir en nuestros países de origen. 

Para D. Roberto, “la belleza y el bien que podemos descubrir de los países europeos hay que agradecerlo pero sin dejar de tener presente de dónde somos y a qué venimos”. Nos invitó a valorar la riqueza de cada lugar y todo lo bueno que de éstos sitios podemos aprender en todos los ámbitos.

Nos exhortó a ser conscientes de que “la sabiduría que acá estamos recibiendo después hay que volcarla a la vida pastoral donde desgastaremos la vida”. Por eso, hizo ver que cada uno debe ser consciente de la responsabilidad que implica estar en un seminario y poner empeño y esfuerzo en ser buenos protagonistas de nuestra formación.

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