Las primeras vísperas de la Solemnidad de la Anunciación del Señor fueron presididas por D. Javier Villava, sacerdote salesiano que trabaja en la Archidiócesis de Pamplona, actualmente ejerce como párroco en la parroquia de la Asunción en el barrio San Juan de la ciudad de Pamplona.
En su prédica nos hizo el llamado a ser auténticos maestros de vida, no de lenguaje. El llamado que tenemos es el de “predicar con la palabra y con el ejemplo”, pues solo de esa manera haremos que más personas se enamoren del mensaje de Jesucristo. Esta coherencia de vida es a lo que nos invita Jesucristo, es la coherencia de vida con que vivieron los Apóstoles y con la que han vivido los santos.
Durante su prédica puso el ejemplo de conversión del Imán Mario Joseph, quien relató que se convirtió al cristianismo porque encontró a Jesucristo en el Corán. Mario Joseph se sintió atraído por el hecho de que el cristianismo propugna que todos somos hijos de Dios, el ser hijos de Dios es motivo de alegría.
Nuestra misión es comunicar lo que vivimos, para que como Mario Joseph más personas puedan sentirse atraídas por el modo de ser cristiano. La transmisión de la Palabra de Dios es una tarea importante en nuestra vida.
Después de las vísperas y de la cena tuvimos un momento de tertulia; en este momento D. Javier compartió con nosotros cómo se sintió atraído por la vida salesiana, y cómo el ejemplo de Don Bosco lo motivó a seguir ese camino de servicio a la Iglesia. También relató sobre su experiencia como párroco en algunas parroquias de Cantabria y Navarra.