El diácono D. Vincent Sserwaniko (Archidiócesis de Kampala, Uganda) presidió la celebración del pasado jueves sacerdotal. Estas han sido las primeras vísperas que preside en nuestra casa de formación después de haber terminado los estudios del bachillerato en teología hace unos meses como seminarista de Bidasoa.
Durante su predicación nos hizo un llamado a que los seminaristas sepamos configurar nuestra vida con Cristo, de tal manera que, cuando lleguemos a recibir el Sacramento del Orden, la configuración con Jesús sea nuestro modo ordinario de vivir la vida.
D. Vincent nos instó a que nuestras raíces crezcan en la fe en Jesucristo, para que de esta manera en nuestra vida se note que somos fieles servidores del Señor, que es lo que se espera de un seminarista y más aún de un ministro ordenado.
Recordando una frase de San Juan Crisóstomo que dice “si no logras encontrar a Cristo en el mendigo a las puertas de la Iglesia, no lo encontrarás en el cáliz”, D. Vincent insistió en que no cometamos el error de querer esperar a ser diáconos o sacerdotes para empezar a servir a nuestros hermanos, sino hacerlo desde ya.
Somos servidores, y los talentos que Dios nos ha regalado han de ser puestos al servicio de todos nuestros hermanos, pues solo al servicio de los demás es que los talentos tienen un sentido pleno; además de que el servicio es lo que nos identifica como cristianos católicos.
Después de las vísperas tuvimos un espacio de tertulia con D. Vincent, en el que nos comentó cómo fueron los días previos a su ordenación diaconal, que tuvo lugar el pasado 14 de agosto en la catedral de Santa María de la Archidiócesis de Kampala, Uganda.