El protagonista de la evangelización es el Espíritu Santo y no nuestra genialidad

El protagonista de la evangelización es el Espíritu Santo y no nuestra genialidad

Reflexionando sobre la disponibilidad de María para responder con rapidez a la vocación que Dios la llamaba descubro que esto es manifestación de un proceso personal, de un camino que se anda en el silencio y en la interioridad. María tenía un corazón dispuesto para atender la llamada de Dios, por más desconcertante que eso fuera. De igual manera descubrí, con alegre sorpresa, que muchos jóvenes de todas partes del mundo dispusieron su corazón, en la intimidad de sus hogares o desde la particularidad de su comunidad diocesana o parroquial, para ser “los que siguen al Cordero a dondequiera que vaya” (Ap 14, 4). Reunirme con jóvenes de mi diócesis […]