El último jueves sacerdotal presidió las vísperas D. Héctor Franceschi (Venezuela), sacerdote de la prelatura del Opus Dei, profesor de Derecho Canónico en la Universidad de la Santa Cruz de Roma y juez del Vicariato de Roma y de la Ciudad del Vaticano.
En su predicación señaló que las palabras del apóstol Pedro en su primera carta (1P 1, 6-9) nos invitan a la alegría de un modo imperativo, aunque se presenten dificultades en la vida.

Por otra parte, subrayó que el apóstol también nos habla sobre la fe que tiene que ser probada, purificada; por ello, nos invitó a aprovechar estos años de formación donde nuestra fe también se pone a prueba y, a la vez, es la gran oportunidad para dejarnos moldear por el Espíritu Santo.

D. Héctor, dejó claro que tomar la “forma” de Cristo sólo será posible si somos dóciles y abrimos el corazón en la dirección espiritual, porque así el Médico divino podrá curarnos las heridas.
Al finalizar, animó a pedir ante Jesús Eucaristía por la santidad de los sacerdotes, especialmente por aquellos que se han formado en Bidasoa.

En la tertulia que compartió con nosotros nos ha contado algunos recuerdos de su vida, y cómo ha estado marcada por varios santos: así, explicó que fue ordenado diácono por el Beato Álvaro del Portillo, recibió la ordenación sacerdotal por imposición de manos del papa Juan Pablo II el 26 de mayo de 1991. Además, mencionó que un tío suyo que era agnóstico, después de saludar y recibir unas palabras de san Josemaría en su visita a Venezuela, decidió convertirse a la fe católica.