Una conciencia pura es un auténtico don que puede darnos el Resucitado

El pasado jueves 20 de abril tuvimos la visita en Bidasoa para presidir la adoración al Santísimo y las vísperas de D. Juan Pablo Aróztegui quien es Ingeniero Industrial, sacerdote desde el 2018 y actual Rector del Seminario Diocesano de San Sebastián con sede en Pamplona.

En su reflexión, del texto bíblico de las vísperas, recordó que “Cristo, el inocente, ha muerto por el culpable: Adán, en quien estamos representados también todos nosotros”. Sugirió la Imagen entre el viejo Adán y el nuevo que es Cristo que por su muerte nos otorgó la vida, invitando a entrar, en la vida nueva por medio de Jesucristo.

Aludió al arte cristiano donde se representa el hecho salvífico de Cristo con el hombre: “en Oriente se representa la Resurrección a Jesús descendiendo a los infiernos y sacando a Adán y Eva, junto a los justos del Antiguo Testamento”.

Finalmente mencionó que “San Pedro nos pide pedirle al Señor una conciencia pura, pedir una conciencia pura es querer ver todo lo que se vive ahora y pensar bien de Dios, esto es justo lo que no hizo Adán, quien sospechó de Dios, en cambio, Cristo se fio de él” para D. Juan Pablo, una conciencia pura es un auténtico don que puede darnos el resucitado.

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