El pasado jueves 12 de diciembre celebramos la Fiesta de la Virgen de Guadalupe. El ambiente de fiesta inició el miércoles por la tarde con la famosa “serenata” en honor a la Virgen, con cantos y jaculatorias que nos ayudan a aumentar nuestro amor y devoción a la Emperatriz de América.
La Eucaristía del día jueves fue presidida por D. Juan Armando Méndez Sosa, sacerdote de la Arquidiócesis de Puebla (México), y antiguo alumno de Bidasoa, que actualmente se encuentra estudiando la Licenciatura en Derecho Canónico en la Universidad de Navarra.
En la homilía, D. Juan remarcó que la Virgen continúa colaborando para guiar a las almas hacia su Hijo. Además, subrayó que a la Madre del Señor le gusta aparecerse a la gente más sencilla, a los pocos ilustrados o letrados, a pastorcillos, campesinos, etc.
Por otro lado, nos invitó a considerar las palabras que la Guadalupana dijo a Juan Diego, y que hoy nos dice a cada uno de nosotros: ¿Acaso, no estoy yo aquí que tengo el honor y dicha de ser tu madre?, ¿Acaso, no estás bajo mi sombra y resguardo?, ¿Acaso, no soy yo la fuente de tu alegría?, ¿Acaso, no estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?
Por último, señaló que no tengamos miedo en medio de las dificultades, porque Dios nos asiste en todo momento y nos concede la ayuda de una dulce y buena Madre.