El último jueves sacerdotal presidió las vísperas D. Juan Tejero, sacerdote desde 2011, que ha desempeñado su ministerio en varias parroquias de la Arquidiócesis de Pamplona: San Cosme y san Damián, San Esteban y san Pablo, o San Marcelo, entre otras. Actualmente, es profesor de Moral Teologal en la Universidad de Navarra y canónigo penitenciario de la Catedral.
En su predicación señaló que san Pablo nos invita, en la lectura breve de las vísperas, a permanecer inamovibles en la fe que profesamos como Iglesia. Destacó que la universalidad de la Iglesia, que se puede experimentar, por ejemplo, en una JMJ, también se refleja en Bidasoa, donde hay seminaristas de distintos países que profesan una misma fe.
Además, sostuvo que somos llamados a vivir una fe centrada en la Eucaristía, donde se manifiesta la unidad de la Iglesia: un solo Cuerpo con muchos miembros bajo una misma fe. Por ello, animó a pedir por la unidad de la Iglesia, que está llamada a reflejar la unidad de la Santísima Trinidad.
Por otra parte, en el momento de tertulia que compartimos con él, mencionó que en los momentos de dificultad en el discernimiento vocacional, sirve recordar aquellos momentos de luces de los que se sirvió el Señor para irnos llamando, lo que el Papa Francisco llama “volver a Galilea”.
Por último, expresó que la realidad de pérdida de los valores cristianos, que se vive en varios países de Europa, mueve a tratar al Señor con más delicadeza.