El jueves 29 de febrero nos visitó Mons. Rogelio Cabrera, Arzobispo de Monterrey y actual presidente de la Conferencia Episcopal mexicana.
Ha presidido la Eucaristía en el Oratorio de nuestro seminario, y también ha concelebrado Mons. Carlos Albertos Santos García (Obispo auxiliar de Monterrey y Rector del Seminario), junto a otros sacerdotes que lo acompañaban.
En la homilía, Mons. Cabrera ha señalado que la Cuaresma es un tiempo de justicia y que el Señor nos ha dicho «cómo podemos vivir justamente delante de Dios y delante de los hermanos, con la oración, el ayuno, y la limosna»; sosteniendo que estas son tres expresiones de justicia.
Señaló que vivimos la justicia con Dios cuando le damos la importancia que merece, es decir, cuando reconocemos que sólo él merece el honor y la gloria. Que nuestra vida depende de él. Sólo en Él podemos poner nuestra confianza, y por eso le decimos en la oración: creo en ti, espero en ti, mi vida depende totalmente de ti, confío en ti.
Por otro lado, el Arzobispo de Monterrey destacó que aquella persona que no confía en Dios es como un árbol que pronto se va a secar. Porque sólo él merece nuestra confianza, nuestro amor.
Además, añadió que el Señor también nos llama en esta Cuaresma a ser justos con los demás, con el ayuno y la limosna, que es limitarse a algo lícitamente nuestro para compartirlo con los más necesitados, porque a Dios le importan los pobres. En contraste, mencionó al rico que aparece en el Evangelio de la misa (Lc 16, 19-31) que está metido en su propia vida, y se comporta – como dice el Papa Francisco – de una manera autoreferencialista. Por ello, nos animó a ser justos con Dios y vivir la caridad con cada uno de nuestros hermanos.