La alegría de volver a Bidasoa

Sin duda alguna uno de los acontecimientos más importantes en la vida de los que somos llamados a la vida sacerdotal, además del ingreso al seminario, la ordenación diaconal y la ordenación sacerdotal, es el momento de la primera misa o cómo popularmente se le conoce, la canta misa.  

Más aún, si esa primera misa es la primer misa que el neo sacerdote, o antiguo alumno de Bidasoa, celebra en la que fue su casa de formación, o cómo cariñosamente también se le suele llamar, nuestra alma mater.

La voz entrecortada, al iniciar la celebración, de los sacerdotes que vuelven después de poco o mucho tiempo a su casa formación es muy común, puesto que es uno de los momentos más emotivos poder celebrar el sacrificio de Cristo en la casa que te vio crecer con la gracia de Dios, con la excepcional ayuda de la santísima Virgen María, de los formadores y de los compañeros seminaristas. El anhelo más grande de todo seminarista es la primera misa. 

En relación con lo anterior, en estos meses de lo que va del curso, se han celebrado en Bidasoa ocho primeras misas, presididas por los sacerdotes: Francisco Javier Chávez de la Diócesis de Culiacán -México; Hai Jing Pan de la Diócesis de Bei Jing -China; Luis Enrique Valle López de la Archidiócesis Metropolitana de San Salvador -El Salvador, Juan Pablo Hernández Pérez de la Archidiócesis de Maracaibo -Venezuela; Vincent Sserwaniko de la Archidiócesis de Kampala -Uganda; Timothy Katende de la Diócesis de Kiyinda – Mityana -Uganda; Airan Osmar Cortés Silva de la Diócesis de Tabasco -México y Constantine Malaba Sylvester de la Diócesis de Bunda -Tanzania.

Es por eso que aquí les adjuntamos una galería de fotos de estos entrañables y memorables momentos que nuestros sacerdotes de la familia Bidasoa han vivido al celebrar esta primera Misa, ofreciéndola y agradeciendo a todos los que hacen posible la formación de los futuros sacerdotes.


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