Como cada año, los seminaristas de Bidasoa han participado de las «Javieradas» que organiza la Archidiócesis de Pamplona y Tudela, dicha peregrinación se realiza en el marco de la Novena de la Gracia en honor al patrón de Navarra.
Este año los seminaristas bidasotarras han tenido cuatro diferentes modalidades desde las que se han unido a esta actividad. Algunos han caminado desde el seminario (54km), otros desde el pueblo de Monreal (35km), o desde el pueblo de Izco (25km), y otros han realizado la peregrinación desde el seminario en bicicleta (55km).
Quien camina hacia Javier con el corazón y la mente abierta favorece encuentros que dan vida
D. Francisco Pérez, durante la primera javierada de 2023.
Hemos conversado con algunos seminaristas que participaron de la Javierada. Uno de ellos es Dani Guerrero —originario de República Dominicana—, quien participaba por primera vez de esta actividad. Dani comenta que «la Javierada fue una experiencia preciosa, que personalmente me encantó. Ir con mi grupo en peregrinación, cantando, rezando el rosario, contando chistes, fue como si no sintiera el peso del camino. Ver a mucha gente de distintos lugares y de otros países, niños, jóvenes y adultos que con gran sacrificio también caminaban, me llenó de mucha esperanza. Al final todos llegamos bien; preparados para celebrar la Misa que significó el gran encuentro con el Señor después de un largo caminar».
También conversamos con Carlos Bracho —originario de Venezuela—, quien participó por segunda ocasión en la Javierada. Él comenta que durante el peregrinar iban «dando ánimo a quienes nos encontrábamos, deseando un bueno camino y compartiendo la alegría de Cristo por medio de cantos y dinámicas propias del sentir misionero, así fuimos avanzando paso a paso para llegar al castillo. No faltaban momentos de oración como el Santo Rosario, el ángelus, el hablar con alguno sobre nuestra historia vocacional, compartir las intenciones por las que estábamos ofreciendo la peregrinación e ir así avanzando en el camino. En medio de un poco de lluvia, algo de sol, un poco de viento, el cansancio fue haciendo estrago en nuestro cuerpo, sin embargo no faltaba quien decía: animo que cada vez falta menos».
Como cada año, algunos seminaristas colaboraron con la distribución de la Sagrada Comunión. Este año, junto a nuestro arzobispo D. Francisco Pérez, afirmamos que «quien camina hacia Javier con el corazón y la mente abierta favorece encuentros que dan vida».